Esta reforma de una casa en un pueblo de alta montaña pretende crear un refugio para una gran familia, donde se prioriza la amplitud y comodidad de los espacios de día, y la calidez de cada rincón de la vivienda.

Los materiales nobles y naturales son elementos clave para conseguirlo, combinando el microcemento en tonos arena con la madera de roble envejecido, que habla directamente con el entorno boscoso del refugio.

Las líneas modernas aparecen de manera estratégica, por ejemplo en la cocina, creando el contraste y esencia propios de una vivienda de su tiempo.